sábado, 12 de diciembre de 2009

Algunos cuadros de Goya



Los mamelucos

Los Mamelucos fueron soldados esclavos convertidos al Islam y que constituyeron un sultanato en Egipto y regiones vecinas entre 1250 y 1517. De esta casta surgieron dos dinastías de regentes. Estos ex esclavos de origen no musulmán provenientes del sur de Rusia y el Cáucaso se constituyeron en una milicia (unos doce mil) que fue organizada por el sultán ayubí as-Salih Ayub (g. 1240-1249).

Notablemente experimentados en el arte de la guerra y dotados de un valor extraordinario, estos soldados del Islam frenaron el avance de los mongoles de Hulagú (1217-1265), el destructor de Bagdad en 1258, y de Ghazán (1271-1304), y, a la vez, lograron reconquistar en Siria y Palestina los enclaves cruzados, erradicando definitivamente esa amenaza occidental.

Hubo veintisiete sultanes mamelucos denominados bahríes (de bahr, "río", referido al Nilo, pues en su delta combatieron a la séptima cruzada), de origen turco, entre 1250-1382, y veintisiete burÿíes (de burÿ, "torre", ya que originalmente su cuartel estaba coronado por una torre de vigilancia), de origen circasiano o cherkés (procedentes del Cáucaso), entre 1382-1517. Entre los bahríes el más famoso fue el kipchak Baibars (ver segmento). Entre los burÿíes se destacó particularmente el circasiano al-Malik al-Ashraf Saifuddín Barsbai, apodado «la Pantera», gobernante entre 1422 y 1438, que lanzó una expedición contra Chipre en 1425 y que finalizó con la captura del rey isleño Janus, cuyo hijo Juan II (g. 1432-1458) se declaró vasallo del sultán.

El advenimiento de la dinastía Bahrí en 1250 inició una línea sucesoria que trajo consigo ganancias territoriales y gran prosperidad a Egipto y Palestina.

Después de 1341 el poder del sultán Bahrí gradualmente pasó a los jefes de tropa. Hacia 1382 el primer regente Burÿí pudo ocupar el trono. Su mandato y el de sus sucesores fue problemático debido a revueltas palaciegas, guerras civiles y conquistas extranjeras, culminando con la derrota de la dinastía en 1517 ante Selim I, sultán del Imperio otomano. Egipto entonces se sometió a la autoridad de un representante turco, el pashá, aunque el poder real continuaba estando en manos de los beys mamelucos, gobernadores de distritos o provincias menores.

Hacia mediados del siglo XVII los emires mamelucos, o beys, habían restablecido su supremacía. Cuando Bonaparte, al pretender avanzar hacia las posesiones británicas en la India, invadió Egipto, derrotó a los mamelucos en la batalla de las Pirámides el 21 de julio de 1798. Después de que los franceses evacuaran Egipto en 1801, los mamelucos lucharon con los turcos por el poder, aunque fueron diezmados por Muhammad Alí en la masacre de El Cairo en 1811. Los supervivientes huyeron a Nubia y a Zanzíbar. Los mamelucos tuvieron una trascendencia de casi 600 años en la historia del Egipto musulmán (640-1226 de la Hégira).

Arquitectura en Dubai

El sugragismo

El sufragismo fue un movimiento internacional de reivindicación del derecho de las mujeres a ejercer el voto. Originado en los Estados Unidos a finales de la década de 1840, y con una fuerte implantación en el Reino Unido, desde 1865 el movimiento se extendió a gran parte de los países europeos.

El sufragismo británico fue especialmente activo. La Unión Nacional de Sociedades por el Sufragio de las Mujeres (National Union of Women's Suffrage Societies), creada en 1897, reunió a todas las activistas pro sufragio femenino de las ciudades inglesas, y su coordinación posibilitó la realización de acciones a escala nacional. Las reivindicaciones de la Unión se fueron ampliando, e incluían, además del derecho de voto, el derecho de las mujeres a recibir el mismo salario que un hombre por el mismo trabajo, el derecho de las mujeres a ser las tutoras legales de sus hijos, junto a los padres, y la incorporación de las mujeres a la carrera judicial.

La caida del muro de Berlín

El 9 de Noviembre de 1989 es una fecha que ha quedado grabada en la historia. Ese día se anunció oficialmente, en conferencia de prensa, que a partir de la medianoche los alemanes del este podrían cruzar cualquiera de las fronteras de Alemania Democrática (RDA), incluido el Muro de Berlín, sin necesidad de contar con permisos especiales. De inmediato se corrió la voz en ambas partes de la ciudad dividida y mucho antes de la medianoche miles de expectantes berlineses se habían congregado a ambos lados del muro. En el momento esperado, los berlineses del Este, a pie o en automóvil, comenzaron a pasar sin mayor dificultad por el puesto de control. Abundaron las escenas llenas de emoción: abrazos de familiares y amigos que habían estado separados por mucho tiempo, crisis de llanto, rostros que reflejaban incredulidad, brindis con Champagna o cerveza, regalos de bienvenida a los visitantes, flores en los parabrisas de los autos que cruzaban la frontera y en los rifles de los soldados que custodiaban los puestos de vigilancia. A esta primera reacción seguirían otras de carácter político y económico.

Muchos de los visitantes se dirigieron a los barrios elegantes de Berlín Occidental para celebrar su recién adquirida libertad, mientras que miles de berlineses prefirieron escalar el muro y, en muchos casos, armados de cuerdas, picos y cinceles, comenzaron a hacer realidad su sueño de muchos años, el derrumbamiento del muro de Berlín.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Toma de la Bastilla

La Toma de la Bastilla se produjo en París el martes 14 de julio de 1789. A pesar de que la fortaleza medieval conocida como la Bastilla sólo custodiaba a siete prisioneros, su caída en manos de los revolucionarios parisinos supuso simbólicamente el fin del Antiguo Régimen y el punto inicial de la Revolución Francesa. La rendición de la prisión, símbolo del despotismo de la monarquía francesa, provocó un auténtico seísmo social tanto en Francia como en el resto de Europa, llegando sus ecos hasta la lejana Rusia.

Aunque esta fecha fue instituida como Fiesta Nacional francesa en 1880 porque coincidía con la Fiesta de la Federación, la toma de la Bastilla no es un acto tan glorioso como suele aparecer. La Bastille había sido durante años el bastión de muchas víctimas de la arbitrariedad monárquica. Allí se encarcelaban sin juicio a los parisinos señalados por el Rey con una simple Lettre de cachet. Era una lúgubre fortaleza medieval en pleno París, cuyo uso militar ya no se justificaba. En los Cuadernos de quejas de la ciudad de París ya se pedía su destrucción, y el ministro Necker pensaba destruirla desde 1784 por su alto coste de mantenimiento. En 1788 se había decidido su cierre, lo que explica que tuviera pocos presos en 1789. En el momento de su caída, el 14 de julio de 1789, sólo acogía a cuatro falsificadores, a un enfermo mental (Auguste Tavernier), a un noble condenado por incesto y a un cómplice de Robert François Damiens, autor de una tentativa de asesinato sobre Luis XV.

El Muro de Berlín

El Muro de Berlín , denominado "Muro de Protección Antifascista" por la comunista República Democrática Alemana y a veces apodado "Muro de la vergüenza" por parte de la opinión pública occidental,[1] fue parte de las fronteras interalemanas desde el 13 de agosto de 1961 hasta el 9 de noviembre de 1989 y separó a la República Federal Alemana de la RDA hasta ese año.[2]

El muro se extendía por 45 kilómetros que dividían la ciudad de Berlín en dos y 115 kilómetros que separaban a la parte occidental de la ciudad del territorio de la RDA. Fue uno de los símbolos más conocidos de la Guerra Fría y de la separación de Alemania.[3]

Muchas personas murieron en el intento de superar la dura vigilancia de los guardias fronterizos de la RDA cuando se dirigían al sector occidental. El número exacto de víctimas está sujeto a disputas y no se conoce con seguridad. La Fiscalía de Berlín considera que el saldo total es de 270 personas, incluyendo 33 que fallecieron como consecuencia de la detonación de minas. Por su parte el Centro de Estudios Históricos de Potsdam estima en 125 la cifra total de muertos en la zona del muro.[4

Alfredo Nobel

Alfred Nobel nació en una familia de ingenieros; a los nueve años de edad su familia se trasladó a Rusia, donde él y sus hermanos recibieron una esmerada educación en ciencias naturales y humanidades. Pasó gran parte de su juventud en San Petersburgo, donde su padre instaló una fábrica de armamento que quebró en 1859.

Regresó a Suecia en 1863, completando allí las investigaciones que había iniciado en el campo de los explosivos: en 1863 consiguió controlar mediante un detonador las explosiones de la nitroglicerina (inventada en 1846 por el italiano Ascanio Sobrero); en 1865 perfeccionó el sistema con un detonador de mercurio; y en 1867 consiguió la dinamita, un explosivo plástico resultante de absorber la nitroglicerina en un material sólido poroso (tierra de infusorios o kieselguhr), con lo que se reducían los riesgos de accidente (las explosiones accidentales de la nitroglicerina, en una de las cuales había muerto su propio hermano Emilio Nobel y otras cuatro personas, habían despertado fuertes críticas contra Nobel y sus fábricas).

Aún produjo otras invenciones en el terreno de los explosivos, como la gelignita (1875) o la balistita (1887). Nobel patentó todos sus inventos y fundó compañías para fabricarlos y comercializarlos desde 1865 (primero en Estocolmo y Hamburgo, luego también en Nueva York y San Francisco). Sus productos fueron de enorme importancia para la construcción, la minería y la ingeniería, pero también para la industria militar (para la cual habían sido expresamente diseñados algunos de ellos, como la balistita o pólvora sin humo); con ellos puso los cimientos de una fortuna, que acrecentó con la inversión en pozos de petróleo en el Cáucaso.
Por todo ello, Nobel acumuló una enorme riqueza, pero también cierto complejo de culpa por el mal y la destrucción que sus inventos pudieran haber causado a la Humanidad en los campos de batalla. La combinación de ambas razones le llevó a legar la mayor parte de su fortuna a una sociedad filantrópica –La Fundación Nobel–, creada en 1900 con el encargo de otorgar una serie de premios anuales a las personas que más hubieran hecho en beneficio de la Humanidad en los terrenos de la física, química, medicina, fisiología, psicologia, literatura y la paz mundial, y a partir del año 1969 también en la economía.

De sus más de 350 patentes, su invento más famoso es la dinamita, que resolvía el problema de la gran inestabilidad de la nitroglicerina y que, a partir de ese momento, evitó las muertes que se producían durante la manipulación de la misma, al hacer ésta más manejable al mezclarla con tierra de infusorios. Posiblemente, el gran incentivo para este invento fue la muerte de su hermano pequeño en el laboratorio donde artesanalmente fabricaban la nitroglicerina.

En su testamento firmado el 27 de noviembre de 1895 en el Club Sueco-Noruego de París, Nobel instaura con su fortuna un fondo con el que se premiaría a los mejores exponentes en la Literatura, Fisiología o Medicina, Física, Química y la Paz. Un ataque cardíaco le causó la muerte cuando estaba en su hogar en San Remo, Italia, el día 10 de diciembre de 1896.

Se calcula que su fortuna en el momento de su muerte era de 33.000.000 coronas, de las que legó a su familia apenas 100.000 coronas. El resto fue destinado a los premios Nobel. En su honor llamaron a un asteroide (6032) Nobel.

Unión del ferrocarril de EE.UU

domingo, 8 de noviembre de 2009

Los martires de Tazacorte

En la ermita de San Miguel de Tazacorte se conservan las reliquias de las víctimas del más sangriento de los dramas acaecidos en nuestras costas. El 5 de junio de 1570, en el galeón Santiago, salieron de Portugal el padre fray Ignacio de Acevedo y 39 religiosos de la Compañía de Jesús con rumbo a brasil, por mandato del general de los jesuitas Francisco de Borja. El barco hizo escala en Tazacorte y los pasajeros se hospedaron en la casa de Melchor Monteverde, que se había educado en Oporto junto al padre Acevedo. El día 13 el padre Acevedo celebró en la ermita de Tazacorte y dio la comunión a los 39 compañeros y demás personas que les acompañaban. A continuación subieron a bordo para dirigirse a Santa Cruz de La Palma con el fin de descargar mercancías. Cuando estaban a la altura de la punta de Fuencaliente, muy cerca de la costa, fueron atacados por cinco embarcaciones de hugonotes pertenecientes a la flota del sanguinario pirata Jacques Sores. Cuenta Rumeu de Armas que el capitán del galeón Santiago, viendo el buen ánimo de los misioneros y su generosidad, pidió al padre Acevedo que les permitiera entregarles armas para defenderse de los atacantes, pero que éste del dijo que ellos sólo podían dedicarse a asistir a los heridos y moribundos, curándolos o ayudándolos a bien morir. Lo cierto es que Sores se apoderó del Santiago, mientras el padre Acevedo animaba a los misioneros a morir por la fe. Y así sucedió. El padre Acevedo y todos los misioneros fueron sometidos a atroces tormentos y pasados a cuchillo, para ser finalmente arrojados al mar. En la ermita de San Miguel de Tazacorte se conservan las reliquias de estos mártires. Este templo fue fundado pocos años después de la conquista y dedicado al Arcángel, en conmemoración de haber arribado a aquella playa los conquistadores un 29 de septiembre.

martes, 27 de octubre de 2009

Jardin botánico de Puerto de la Cruz

El Jardín de Aclimatación de La Orotava, también llamado Jardín Botánico, o normalmente como El Botánico, es un Jardín botánico situado en el Puerto de la Cruz en la isla canaria de Tenerife .El nombre de Jardín de Aclimatación de La Orotava proviene porque antiguamente el Puerto de la Cruz pertenecía al municipio de La Orotava y era conocido como Puerto de La Orotava, conservándose el nombre original, lo que en ocasiones lleva a confusión su situación.
El "Jardín de Aclimatación" tiene sus orígenes en una orden de fundación de 17 de agosto de 1788, por parte del rey ilustrado y absoluto Carlos III de España de 17 de agosto de 1788, y también por la cual los científicos recolectores en las colonias españolas del Nuevo Mundo debían de reunir plantas exóticas en este jardín, y después de un periodo de aclimatación, posteriormente trasladarlas a sus jardines reales de Madrid y Aranjuez.
El Jardín de Aclimatación de La Orotava, era pues, tras el Real Jardín Botánico de Madrid, que también poco antes fue fundado por orden del rey Carlos III, el segundo jardín botánico de España.
El proyecto continuó con la búsqueda del emplazamiento más apropiado, donde instalar el jardín, de lo cual se encargó Alonso de Nava y Grimón, VI. Marqués de Villanueva del Prado (1757-1832). El terreno fue un regalo de Don Francisco Bautista de Lugo y Saavedra, Señor de Fuerteventura.
Aunque el rey Carlos III de España murió en 1788, unos pocos meses después del decreto de la fundación, su sucesor Carlos IV de España también era favorable con el proyecto. Así en 1790 empezaron los trabajos según planos del arquitecto Diego Nicholas Eduardo que dispuso zonas de siembra de formas geométricas, terminado el trabajo de diseño en 1791. Y las primeras 35 plántulas se sembraron en 1792.
Pero el intento de aclimatación en su traslado a la península no funcionó, pues el clima del interior de la península Ibérica, es muy diferente del que hay en Tenerife.

Isleños de Luisiana

Los Isleños de Luisiana:
Documentos de la época, actas notariales, Actas del Cabildo, algunos mapas, informes de los servicios de inteligencia británicos, retratos de gobernantes como Ulloa, Miró y Alejandro O'Reilly, o información abundante sobre la sociedad y la economía local, la escalvitud, y la vida cotidiana en las plantaciones, han contribuido a divulgar, con gran exactitud, la historia de la presencia hispana en el territorio que abarca prácticamente todo el Valle del Mississippi; presencia que, de modo paralelo, tiene un reflejo en la vida cotidiana de la ciudad, ya que, en la mayoría de las calles del casco antiguo, nos encontramos con rótulos de cerámica que dicen "Cuando Nueva Orleans era capital de la provincia española de Luisiana (1762-1803) este lugar se llamaba "calle Real", o "del Muelle", o de "San Pedro", entre otras muchas, hasta llegar a la Plaza de Armas, muy cerca del río y a la vista del moderno edificio del World Trade Center, donde figuran los escudos de las cincuenta provincias españolas. Sin embargo, la presencia hispana en Nueva Orleans, durante los últimos ciento noventa años, no sólo se ha recordado a través de muestras efímeras, de contactos eventuales, de rótulos callejeros, sino que ha estado muy viva en el seno de una comunidad que nunca olvidó a sus ancestros, ni su lengua, ni su procedencia, por la que siempre han sido identificados, "los isleños", los descendientes de emigrantes canarios del siglo XVIII, habitantes de la isla Delacroix, de la Parroquia de San Bernardo.
"En los siglos XVII y XVIII los isleños ya no van a sustituir a una población que ha desaparecido; emigran con otra finalidad: como fundadores de nuevos pueblos y ciudades..., o bien para evitar el avance humano y político de países extranjeros infiltrados dentro de posesiones españolas. Y así Santo Domingo, Puerto Rico, Texas, Luisiana, Campeche, Cumaná, ven engrosadas sus respectivas poblaciones con individuos procedentes de las Islas Canarias". (Julio Herrera García)
Una muestra exacta de estas "nuevas finalidades" la dan los canarios que, en los últimos años del siglo XVIII, se asentaron en las tierras más húmedas, agrestes e indómitas de las marismas del Mississippi, a unos 25 kilómetros de Nueva Orleans, ciudad fundada por los franceses en 1718. El español Hernando de Soto fue el primer europeo que exploró las tierras de la Luisiana en 1541, pero Robert Cavelier de la Salle sería quien las reclamara para Francia en 1682, por lo que formaron parte de sus posesiones en América hasta que, por la firma de París, el 10 de febrero de 1763, pasan a ser provincia española durante cuarenta años. En 1802 Napoleón lo vende a los Estados Unidos por ochenta millones de francos. Hoy los rasgos culturales franceses y españoles configuran la idiosincrasia de la cuna del jazz y de los más célebres carnavales de toda Norteamérica. España nombra en 1777, gobernador del territorio al inquieto coronel del regimiento de Luisiana Bernardo de Gálvez, que, tanto para colonizar y constituir nuevos asentamientos, como para evitar la preeminencia de habitantes procedentes de otros países, propicia una importante etapa de inmigraciones hacia la Luisiana que, según narra Charles Gayarré en su Historia de Luisiana, "recibió entonces un aumento de su población con la llegada de gran número de familias llevadas a Luisiana desde las Islas Canarias a expensas del rey. Algunas de ellas se establecieron en Terre aux Boeufs, una parte del territorio que hoy queda comprendido dentro de la Parroquia de San Bernardo".
Los pobladores canarios, desde su llegada entre 1778 y 1783, se establecieron, en gran mayoría , en el lugar llamado Isla Delacroix, que toma su nombre de la condesa de Saua de la Croix, de París, que, como recoge Roger Baudier en su libro La Iglesia Católica en Luisiana, cedió allí en 1874 unos terrenos adecuados para la edificación de una escuela y de una iglesia. Durante años la ocupación principal de los "isleños" ha sido la caza y la pesca, en especial de un cangrejo de río, por ellos denominados "jaiba", labor que se realiza en condiciones muy duras, perpetuada en las estrofas de unas famosas décimas, La vida de un jaibero, hoy cantada por el conocido decimista Irvan Pérez, que, junto con su hermano Alfred, recopilan los últimos vestigios que quedan de las décimas tradicionales, de ancianos como Chelito Campos, que a sus noventa y cuatro años aún canta durante las reuniones familiares, y difunden la historia de su comunidad, a la que se dedican las décimas "Setecientos setenta y siete / varias familias dejaron las Islas Canarias", y que participaron, en diciembre de 1992, en un congreso de decimistas organizado por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, bajo la dirección del profesor Dr. Maximiano Trapero. Si el fenómeno de la conservación del español, lleno de arcaísmos propios de Canarias en el s.XVIII, se debe en gran medida al aislamiento en que vivió esta comunidad hasta casi la II Guerra Mundial, por lo que es exclusivamente una lengua familiar y oral, esto permitió también mantener unos lazos estrechos que hoy confluyen en unas relaciones sólidas, basadas en el sentimiento de identidad que les agrupa, y cuyo exponente oficial es la dinámica asociación "Herencia & Cultura Sociedad de los isleños de San Bernardo", de la que han sido sus últimos e inquietos presidentes Alfred Pérez y Lairy Teror. Y es que, como afirma Gilbert C. Din en su libro "The Canary islanders of Luisiana", "los isleños permanecieron muy aislados del centro cultural de Luisiana", a lo que se une el que "los pocos cientos de Isleños Canarios llevados a Luisiana por los Gobernadores españoles en el s. XVIII provenían de un grupo de islas que, aunque ostensiblemente españolas, habían desarrollado sus propias pautas culturales y tradicionales", lo que se reflejó enseguida en el desarrollo de aquella comunidad aislada en el territorio de la Parroquia de San Bernardo

viernes, 8 de mayo de 2009

El catalán en Alguer(Cerdeña)

Las lenguas más habladas en Cerdeña son el italiano y el sardo. El sardo (sardu en lengua sarda), clasificado como lengua indoeuropea románica y, en particular, como lengua neolatina occidental, está constituida por un conjunto de variantes dialectales y es considerada como la más conservadora de las lenguas derivadas del latín. En las regiones norteñas de Gallura y Sassari (Sàssari) existe una lengua hablada que es una variante del corso, (còrso en italiano), en Alguer (Alghero) se habla catalán, conocido allí como alguerés, debido a una repoblación que se hizo en la ciudad por colonos catalanes. En la isla de San Pietro se habla ligur.
En las nuevas generaciones, el italiano se està sustituyendo a los idiomas autóctonos, que por lo tanto van desapareciendo. En particular, los jovenes no hablan ni entienden el catalán,
a pesar de las iniciativas para la conservación de este idioma que la región Cerdeña lleve a cabo.